Es un gran hombre. Siempre con sombrero de paja, garrote y navaja en el bolsillo. No muy alto pero con genio. A primera vista, muchos le describirían como impaciente, gruñón, cascarrabias, de humor cambiante. Podría añadir con un poco de mala leche. Pero haciendo memoria recuerdo muchas otras cosas que no vemos en la superficie: dominaba como nadie el humor negro, manejaba la navaja como el mejor, arreglaba todo lo inservible, sabía todo lo que tenía y donde lo guardaba, ayudaba en la cocina sin que se le viera. Porque ese hombre que ya no habla, que ya no mira es un gran abuelo.

Y hablo en nombre de dos nietos. Dos nietos que le agradecen su papel como abuelo. Dos nietos que se acuerdan de como venía a buscarle al colegio, de como quería sin decirlo, de como nos cuidaba sin darnos cuenta. Porque una persona puede tener muchas cosas malas pero deberían enseñarnos en el cole a buscar mas allá de lo que hay en la superficie porque descubriremos cosas maravillosas. Y es increíble como el cáncer se puede llevar todo lo bueno de una persona, acaba con todo lo que hacía maravillosa a esa persona.
Recuerdo que nos dejabas coger tus sombreros para disfrazarnos en nochevieja. Recuerdo que siempre que me iba de viaje buscaba alguna navaja para traértela de recuerdo. Recuerdo que nos prohibías correr por los pasillos cuando jugábamos al pilla-pilla. Recuerdo aquella vez que fuimos a verte a Valencia y tu nos llevastes a un restaurante donde conocías a la dueña. Recuerdo que nos llevabas y recogías de las colonias de veranos y que después nos llevabas a la piscina. Recuerdo la primera vez y última que fui al Rastro porque iba contigo y cargada de cromos para cambiar.
No es la primera vez que pierdo a un abuelo pero no se muy bien como comportarme cuando estoy contigo. Todos te hablan gritando como si sólo estuvieras un poco más sordo cada día pero la verdad es que eres cada día un poco menos tú. Sientes que te vas sólo y que los demás nos quedamos aquí viviendo, tienes la sensación que la vida seguirá sin ti. No es egoísmo, lo sé, es temor a que te olviden. Pero quiero que sepas que sin ti, la vida de muchísimas personas será un poquito más triste, en todas quedará un hueco vacío. En la de tus nietos, tus hijos, tus nueras y yernos, tus cuñados y cuñadas, tus vecinos... pero sobretodo Manuel, es ella la que más te echará en falta. Tu voz, tu presencia, tu mal genio, tus historias... Cuando tú no estés "tu morena" será la que más te haya querido, no lo dudes.
Gracias, porque por ti, hoy yo puedo estar escribiéndote estas palabras.
2 comentarios:
Hola Noe, gracias por visitar mi blog y hacerte mi seguidora. No se como te irá el tema de la bisuteria yo tb soy novata, pero como narradora eres genial, me ha encantado lo que has contado sobre tu abuelo me ha llegado.
Una dudita ¿por que has creado dos blog?
Un beso
Nieves.
Noe...sé que he tardado en leer tu blog, pero hoy en el trabajo he sacado un ratito y me he emocionado por completo. Tanto que he tenido que contener las lágrimillas para que no se crean en el trabajo que me emociona meter bases de datos sobre conciertos,parecería raro...
Sigue con ello, porque aquí tienes una fan y una amiga ;)
Nos vemos mañana peque!
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